Evaluación de "Una Laptop por Niño" en Perú

12/30/2011


Evaluación de "Una Laptop por Niño" en Perú 


Autores: Eugenio Severin, Ana Santiago, Julián Cristia, Pablo Ibarrarán, Jennelle Thompson y Santiago Cueto 

Banco Interamericano de Desarrollo 

Diciembre 2011 

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Resumen Ejecutivo


El uso de tecnologías en educación no es una solución mágica y rápida, mediante la cual se puedan resolver los problemas y desafíos de la educación con la simple adquisición de dispositivos tecnológicos y sistemas informáticos. La principal tarea para los constructores de política sigue siendo encontrar soluciones que sean focalizadas en los estudiantes y su aprendizaje, integrales y sistémicas, en las cuales el uso de tecnología es instrumental, entre otras acciones y estrategias, para el logro de los objetivos propuestos.
La ausencia de estas conexiones y la falta de algunos componentes clave en la implementación de proyectos educativos que incorporan la tecnología en los sistemas educativos, puede significar un riesgo para el logro de los resultados educativos buscados, una pérdida de recursos, siempre escasos, y un golpe a la esperanza de contar con acciones efectivas que ayuden a la mejora de la calidad de nuestros sistemas educativos.
El Gobierno de Perú implementó el programa “Una Laptop por Niño” (ULPN) con el objetivo de mejorar la calidad de la educación priorizando el desarrollo en los estudiantes y enfatizando la capacitación de los docentes para el aprovechamiento pedagógico de la tecnología en zonas rurales.. Perú fue uno de los pioneros en adoptar el esquema de la Fundación “One Laptop per Child” (OLPC) y ha hecho una inversión considerable en este programa, contando al 2011 con 900.000 niños beneficiados en 5.000 escuelas de bajo nivel socioeconómico.

El Gobierno de Perú y el Banco Interamericano de Desarrollo, han colaborado para desarrollar una evaluación experimental del programa “Una laptop por niño”, con la convicción compartida de que el uso de procesos de evaluación rigurosa de las políticas públicas contribuye a mejorar las intervenciones y a generar conocimiento común, que beneficie también a otros países de la región.
La evaluación del programa tomó una muestra de 318 escuelas rurales multigrado, elegibles para participar (que contaran con electricidad, fueran escuelas con más de un docente y no hubieran recibido laptops hasta ese momento), y aleatoriamente se les asignó computadoras a 209 de ellas. Las restantes conformaron el grupo de control con respecto al cual se compararían los resultados de las pruebas y cuyas diferencias pudieran ser atribuibles al impacto del programa. La comparación entre las escuelas tratadas y las escuelas control muestra que sus características, las de sus docentes y estudiantes y el contexto en que se encuentran son muy similares, y sus únicas diferencias significativas son la participación o no en el programa.

El presente documento presenta los principales hallazgos de la evaluación y propone algunas lecciones y desafíos que este tipo de intervenciones presenta para el desarrollo de la educación en América Latina y el Caribe.

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